Esta receta de lubina al horno es de las más fáciles que hay.
Además de comer pescado blanco, que siempre es saludable y a mí personalmente me encanta, ya que me sienta muy bien, con pocos ingredientes conseguirás un plato muy completo en apenas media hora. En concreto, la lubina se caracteriza por tener gran cantidad de carne magra, muy baja en grasa.
Además de todo esto, la lubina es un pescado muy sabroso y espero que te animes a prepararlo. ¡Vamos allá!
Que ingredientes necesitas…
Una lubina entera (puedes pedir en la pescadería que te la abran en libro y le quiten la cabeza para que sea más cómodo a la hora de cocinar.)
Un tomate
Una cebolla
Dos patatas
Un limón
Preparación de la receta lubina al horno entera:
1. Lo primero, enciende el horno a 200 °C.
2. Picar la cebolla y el tomate. Pelar y cortar las patatas en rodajas finas.
3. Selecciona un recipiente para horno lo suficientemente grande para poder cocinar la lubina entera. Yo utilizo fuentes de cristal porque estéticamente son las que más me gustan. Además, son más limpias, son muy duraderas y se limpian fácilmente en el lavavajillas.
Añadir una cucharada de aceite de oliva en la fuente bien extendida. Colocar una capa de la cebolla picada en el fondo de la fuente y continuación una capa de tomate. Por último, añadir una capa final con las rodajas de patatas y una pizca de sal.
Meter al horno y dejar unos minutos hasta ver que las patatas tiene un tono dorado.
4. Para preparar la lubina, abierta anteriormente en libro, colocar dentro de esta un par de rodajas muy finas de limón y una pizca de sal. Puedes volver a cerrar la lubina y colocarla encima de las patatas. También puedes coger una cucharada de la cebolla y el tomate de la bandeja ya cocinado anteriormente e introducirlo dentro de la lubina y por encima.
Añade una cucharada de aceite de oliva por encima, y si quiere un chupito de agua o vino blanco para que quede más jugoso.
5. Volver a meter la bandeja en el horno, dejar al rededor de 10 – 15 minutos. Siempre vigila que no se haga demasiado para evitar que se quede seco.
Para ver si la lubina está ya hecha, yo suelo mirar la zona de la espina, si se separa fácilmente es que ya está lista.
¡Pues ya tendrías tu lubina entera al horno! Más fácil imposible ¿no crees? Espero que lo disfrutes y que me cuentes tu experiencia.